Fotografía: Grisphoto Bodas
El pasado 8 de junio, la Masía Josep Masachs fue el testimonio de una boda que parecía sacada de un cuento. Dàmaris y Xavi, dos aventureros de Sant Vicenç dels Horts, celebraron su amor en una jornada que fue tan única como ellos mismos. Con pequeños detalles que reflejaban su espíritu, el día estuvo lleno de momentos mágicos y muchas sorpresas. ¿Quiere saber más? ¡Os invitamos a seguir leyendo!
La jornada empezó con un toque personal: al llegar a la masía, todos los asistentes fueron recibidos con un mensaje personalizado con sus nombres, acompañado de palabras de amor que reflejaban la esencia de los novios hacia ellos.
La ceremonia se celebró en el jardín, rodeados por la belleza natural del Penedès. El entorno verde sirvió de telón de fondo perfecto para ese momento tan especial. Os hemos dicho que la pareja era aventurera, ¿no? Pues en la ceremonia los pomos de las puertas estaban decorados con chirucas, simbolizando sus innumerables caminos recorridos juntos, y en la mesa del maestro de ceremonias se encontraban dos mochilas de acampada, como símbolo de todas las expediciones que aún les quedan por descubrir. Estas pequeñas pinceladas capturaron perfectamente la esencia de su amor: una travesía compartida, llena de aventuras y complicidad.
La zona del aperitivo, situado frente a la masía, fue una auténtica fiesta. La llegada de los novios fue espectacular, ya que entraron en una furgoneta vintage que captó la atención y las miradas de todos los asistentes, pero las sorpresas no terminaron aquí: los novios incorporaron detalles únicos como una barra libre de tatuajes y un cuadro donde los invitados pudieron dejar su impronta, creando un recuerdo inolvido. Por no hablar de las fotos divertidísimas dentro de la Furgoneta Azul, capturando la esencia de uno de los días más bonitos con un toque de humor.
Ya en el banquete la gastronomía fue una de los grandes protagonistas de la noche. El plato principal, un solomillo de ternera con patata trufada, espárragos verdes y crema de setas. Los detalles en la mesa, meticulosamente preparados por nuestra deco assistant, añadieron un toque de romanticismo al evento. Y como si no fuera suficiente, el postre fue servido por los novios de una manera muy original, con un dúo de chocolate y cheesecake que puso el punto final perfecto a la cena.
Ya entrada la medianoche, llegó el momento de baile. Las luces se apagaron y las bengalas se encendieron, iluminando la pista. Dàmaris y Xavi, rodeados por sus invitados, compartieron un momento de pura magia, y parecía que el mundo se hubiera parado por un instante sólo para ellos. Pero la noche era joven, y la fiesta tan sólo había empezado hacía que empezar. ¡Que no pare la música, que el amor siga bailando!
En definitiva, la boda de Dàmaris y Xavi en la Masía Josep Masachs fue una celebración llena de amor y diversión. Cada momento fue un reflejo de su personalidad aventurera y su pasión por la vida. Sin duda, un evento que quedará grabado en la memoria de todos los invitados como un día inolvidable.
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